Mar en relativa calma, sentado a la caña, contemplo las estrellas, me encuentro en el hemisferio sur, que diferente es de mi tierra natal, pero a la vez majestuoso. No hay nada como cambiar de aires para apreciar lo bueno que te brinda la vida. El velero desarrolla una velocidad de unos 7 nudos que rompe las olas con majestuosidad y deja una estela y sonido que te evade del mundanal ruido al que está uno acostumbrado.
Quien iba a decirme unos meses atrás que estaría navegando por aguas de Brasil rumbo a Uruguay y Argentina durante varios meses, más si cabe que hace un par de semanas he vendido mi casa y he dado un giro radical a mi vida, dejando atrás a mis seres queridos, que gracias a la tecnología los tengo más cerca que nunca, pero desconectado del día a día, pero esta es otra historia, y vamos a empezar por el principio.
Todo lo que voy a relatar es en parte verídico, cambiando situaciones, nombres y fechas para no involucrar a personas que nada o poco van a cambiar el rumbo de esta historia, pero si que van a arrojar mucha luz en lo que quiero dar a conocer, que es el arte de ser RESILIENTE.
Según el diccionario, resiliente, es aquella persona que acomete los hechos que le vienen sobrevenidos con valentía y sabe sobreponerse a ellos, al igual que un muelle que al verse sometido a un esfuerzo, al acabar, vuelve a su estado primitivo.
Y aunque no todo el mundo tiene esa capacidad, se puede mejorar con el tiempo y con voluntad. Ya que querer es poder y lo primero que tenemos que tener claro es que no podemos controlar todo lo que está a nuestro alrededor. La vida es así de dura y cruel, aunque hay gente que desde pequeño nos la quiere pintar de rosa, y que seamos siempre felices, pero por desgracia no es así. Y hay que afrontarlo. Las etapas felices hay que vivirlas en plenitud, como no, pero también las difíciles, que son muchas y de todos los tipos. Recuerdo perfectamente siendo un adolescente, que lo único que me preocupaba era que me habían salido unos granitos de acné en la cara y esa era mi mayor preocupación en ese momento, ahora, me río de todo ello. Pero en esas circunstancias, no. Hubiese dado algo, si alguien me hubiese abierto los ojos para darme cuenta que era importante y que no.
Estamos muy influenciados por el que dirán, de hecho, la máxima que me encanta ahora es la que dice "voy a hacer lo que me da la gana y a ver que pasa", pero hay que tener un par para no dejarte influenciar por amigos, familiares, televisión, etc. Yo no veo la televisión por principios, el ochenta por ciento es auténtica basura, y ya no hablo de los programas de idéntico nombre si no de los telediarios por ejemplo, que dependiendo del signo político, nos quieren hacer pensar de un modo u otro. Y eso se ve perfectamente cuando estas varios meses sin ver las noticias, ya que las noticias importantes te llegan por otros medios, pero te ahorras, los asesinatos, accidentes, sobornos, etc., porque si nos damos cuenta, rara es la ocasión que nos cuentan algo provechoso en dichos minutos que nos sirvan para nuestro futuro. Porque los periodistas saben como cautivar nuestra atención, ya que la gente pone la televisión por defecto al entrar en casa y hacen otra actividad, pero ellos, nos reclaman tipo, miren miren, o atención con estas impactantes imágenes, para que levantemos la mirada y veamos con sorpresa, un accidente, un bebé asesinado, etc., en vez de la vacuna contra alguna enfermedad, la erradicación del hambre o alguna cosa realmente importante. La verdad, recomiendo que se deje de leer y ver las noticias para desintoxicarse durante unos meses y volver a ver el mundo en su estado primitivo.
En un viaje a la India con un par de amigos, nada mas aterrizar y alojarnos en el hotel, nos íbamos a ver el cambio de guardia entre Pakistán y la India, momento en el que las torres gemelas eran el epicentro mundial por su desplome. Pues cambia mucho desde el punto de vista de los hindúes ese tipo de acontecimiento por muy terrorista que sea y murieran cientos de personas y personalmente reprocho dichas acciones y actos cualquiera que sea su pretexto, pero en España nos llegaban noticias de que se iba a declarar la tercera guerra mundial. Y allí en la India, nos decían, que al día, morían el mismo número de personas, que fallecieron en las torres. Dramático, si. Pero cambia mucho de estar en un mundo u otro. Y encima en la India con sus castas, sus religiones, etc., por muy criticadas que puedan ser, la gente que yo conocí, de todo tipo, se les veía felices, porque no es mas feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Y para eso, no hay mas que preguntarle a cualquier viajero que vaya con mochila, Porque su mochila es su vida. Y no puedes llevar muchos kilos de peso en la espada, te tienes que sacrificar y saber que es importante y que no.
-La importancia de saber decir que no-
La mayoría de nuestros problemas que tenemos son porque nos los buscamos nosotros por satisfacer a los demás. Nos educan desde pequeños a ser complacientes, y aunque está bien, siempre y cuando no nos cause ningún perjuicio a nosotros. Conozco a multitud de personas que no viven su vidas porque no saben decir que no a nada y viven pendientes de los demás.
La lección más importante es saber decir que no, y tampoco es tan difícil. El primer no es el que cuesta, la gente incluso se puede sorprender, pero después, ya no cuesta tanto. Recordad que puedes hacer mil favores a alguien, pero cuando no hagas uno, te recordaran por ese. Así que ha llegado las hora de plantarse, sé tu mismo, si no te apetece ir a esa cena de amigos, di no. Si no quieres hablar con una persona porque te transmite su negatividad, di no. Si dudas, di no. Continuará...
Óscar López
Quien iba a decirme unos meses atrás que estaría navegando por aguas de Brasil rumbo a Uruguay y Argentina durante varios meses, más si cabe que hace un par de semanas he vendido mi casa y he dado un giro radical a mi vida, dejando atrás a mis seres queridos, que gracias a la tecnología los tengo más cerca que nunca, pero desconectado del día a día, pero esta es otra historia, y vamos a empezar por el principio.
Todo lo que voy a relatar es en parte verídico, cambiando situaciones, nombres y fechas para no involucrar a personas que nada o poco van a cambiar el rumbo de esta historia, pero si que van a arrojar mucha luz en lo que quiero dar a conocer, que es el arte de ser RESILIENTE.
Según el diccionario, resiliente, es aquella persona que acomete los hechos que le vienen sobrevenidos con valentía y sabe sobreponerse a ellos, al igual que un muelle que al verse sometido a un esfuerzo, al acabar, vuelve a su estado primitivo.
Y aunque no todo el mundo tiene esa capacidad, se puede mejorar con el tiempo y con voluntad. Ya que querer es poder y lo primero que tenemos que tener claro es que no podemos controlar todo lo que está a nuestro alrededor. La vida es así de dura y cruel, aunque hay gente que desde pequeño nos la quiere pintar de rosa, y que seamos siempre felices, pero por desgracia no es así. Y hay que afrontarlo. Las etapas felices hay que vivirlas en plenitud, como no, pero también las difíciles, que son muchas y de todos los tipos. Recuerdo perfectamente siendo un adolescente, que lo único que me preocupaba era que me habían salido unos granitos de acné en la cara y esa era mi mayor preocupación en ese momento, ahora, me río de todo ello. Pero en esas circunstancias, no. Hubiese dado algo, si alguien me hubiese abierto los ojos para darme cuenta que era importante y que no.
Estamos muy influenciados por el que dirán, de hecho, la máxima que me encanta ahora es la que dice "voy a hacer lo que me da la gana y a ver que pasa", pero hay que tener un par para no dejarte influenciar por amigos, familiares, televisión, etc. Yo no veo la televisión por principios, el ochenta por ciento es auténtica basura, y ya no hablo de los programas de idéntico nombre si no de los telediarios por ejemplo, que dependiendo del signo político, nos quieren hacer pensar de un modo u otro. Y eso se ve perfectamente cuando estas varios meses sin ver las noticias, ya que las noticias importantes te llegan por otros medios, pero te ahorras, los asesinatos, accidentes, sobornos, etc., porque si nos damos cuenta, rara es la ocasión que nos cuentan algo provechoso en dichos minutos que nos sirvan para nuestro futuro. Porque los periodistas saben como cautivar nuestra atención, ya que la gente pone la televisión por defecto al entrar en casa y hacen otra actividad, pero ellos, nos reclaman tipo, miren miren, o atención con estas impactantes imágenes, para que levantemos la mirada y veamos con sorpresa, un accidente, un bebé asesinado, etc., en vez de la vacuna contra alguna enfermedad, la erradicación del hambre o alguna cosa realmente importante. La verdad, recomiendo que se deje de leer y ver las noticias para desintoxicarse durante unos meses y volver a ver el mundo en su estado primitivo.
En un viaje a la India con un par de amigos, nada mas aterrizar y alojarnos en el hotel, nos íbamos a ver el cambio de guardia entre Pakistán y la India, momento en el que las torres gemelas eran el epicentro mundial por su desplome. Pues cambia mucho desde el punto de vista de los hindúes ese tipo de acontecimiento por muy terrorista que sea y murieran cientos de personas y personalmente reprocho dichas acciones y actos cualquiera que sea su pretexto, pero en España nos llegaban noticias de que se iba a declarar la tercera guerra mundial. Y allí en la India, nos decían, que al día, morían el mismo número de personas, que fallecieron en las torres. Dramático, si. Pero cambia mucho de estar en un mundo u otro. Y encima en la India con sus castas, sus religiones, etc., por muy criticadas que puedan ser, la gente que yo conocí, de todo tipo, se les veía felices, porque no es mas feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Y para eso, no hay mas que preguntarle a cualquier viajero que vaya con mochila, Porque su mochila es su vida. Y no puedes llevar muchos kilos de peso en la espada, te tienes que sacrificar y saber que es importante y que no.
-La importancia de saber decir que no-
La mayoría de nuestros problemas que tenemos son porque nos los buscamos nosotros por satisfacer a los demás. Nos educan desde pequeños a ser complacientes, y aunque está bien, siempre y cuando no nos cause ningún perjuicio a nosotros. Conozco a multitud de personas que no viven su vidas porque no saben decir que no a nada y viven pendientes de los demás.
La lección más importante es saber decir que no, y tampoco es tan difícil. El primer no es el que cuesta, la gente incluso se puede sorprender, pero después, ya no cuesta tanto. Recordad que puedes hacer mil favores a alguien, pero cuando no hagas uno, te recordaran por ese. Así que ha llegado las hora de plantarse, sé tu mismo, si no te apetece ir a esa cena de amigos, di no. Si no quieres hablar con una persona porque te transmite su negatividad, di no. Si dudas, di no. Continuará...
Óscar López